La compasión que siente el Señor con los enfermos tiene su aplicación en nuestras vidas mediante el sacramento de la Unción de los enfermos. Nos ofrece el Señor ayuda para llevar las limitaciones y el dolor de la enfermedad y de la decadencia que trae la ancianidad y la muerte.
En la parroquia se imparte la Unción a todos los ancianos que lo deseen en la Pascua del Enfermo. Y también se imparte cuando se pide por cualquier necesidad.